Ribera del Arlanza, una denominación joven con tradición.
La tradición vinícola en la comarca del Arlanza, situada entre las provincias de Burgos y Palencia, se remonta al siglo VII del que se conservan reseñas históricas con datos sobre la existencia de viñedos en manos de los monasterios.
Desde la alta Edad Media, no sólo los monjes se dedicaban a la elaboración de vino, también pequeños agricultores que encontraban en el cultivo de las viñas…


Desde la alta Edad Media, no sólo los monjes se dedicaban a la elaboración de vino, también pequeños agricultores que encontraban en el cultivo de las viñas, una vía más de ingresos. El vino estuvo a punto de desaparecer en la comarca a principios del siglo XX cuando hizo aparición la filoxera que obligó a arrancar todas las viñas y a su posterior replantación. Desde aquel momento, en toda la comarca se mantuvo el cuidado y cultivo de la viña.
En el año 1995, un grupo de viticultores y bodegueros comienza una aventura que, una década después, desencadenó en la concesión de la deseada Denominación de Origen Arlanza. Desde 2006, los viticultores y bodegueros del Arlanza trabajan bajo esta Denominación de Origen. Los viticultores son más exigentes con el trabajo que realizan y buscan, cada vez con más insistencia, uvas de la máxima calidad. Los bodegueros persiguen elaborar vinos cada vez más duraderos en el tiempo.
Los vinos de esta denominación están muy influenciados por la climatología. La uva está marcada por el sufrimiento durante todo su ciclo de cultivo y, sobre todo, durante su maduración. Según explica José Ignacio Marqués, Director Técnico de la Denominación “los viñedos de los que se obtiene la uva, están situados a 1000 metros de altitud sobre el nivel del mar, en el límite de maduración”. Estas condiciones tan difíciles originan vinos aromáticos, frescos que tienen un punto de acidez natural que no es violenta. Además, son vinos que soportan muy bien el envejecimiento que “pueden envejecer en barrica y después de mucho tiempo mantienen sus cualidades” indica José Ignacio Marqués. Explicar cómo es este vino al consumidor no es fácil pero el Director Técnico hace la siguiente valoración “son vinos que tienen un poco menos de estructura que los de Ribera del Duero, pero más que los de Rioja” y añade que son vinos “muy agradables al paladar”.
La Denominación de Origen Arlanza tiene su sede en la localidad de Lerma y, desde ahí, se persigue conseguir que estos vinos tengan un hueco en los mercados y en el paladar de los consumidores. El trabajo que se desarrolla desde el Consejo tiene mucho valor ya que mantiene un alto nivel de exigencia para que el producto que salga al mercado bajo el sello de esta Denominación no defraude a nadie.
Esta Denominación es de pequeño tamaño en cuanto a número de bodegas inscritas y se fija en el trabajo que han desarrollado otras de características similares para mirar hacia el futuro “nos tenemos que centrar en la calidad como ha hecho, por ejemplo, Priorato; vender calidad unida al entorno” explica José Ignacio Marqués. Desde la Denominación apuestan por la unión de vino, gastronomía y turismo de calidad que sería el espaldarazo definitivo para el futuro de la comarca “esta unión iba a facilitar que los vinos se consideraran de gran valor” indica Marqués.
Comercializar estos vinos bajo la recién adquirida Denominación de Origen está facilitando que se abran nuevos mercados, hasta ahora cerrados. Durante el año 2007, las bodegas vivieron un boom coincidiendo con el primer año de trabajo bajo la DO y, ahora, el mercado está consolidando las ventas.
En estos momentos, resulta más fácil encontrar estos vinos en Asturias, Costa del Sol, Madrid, Cantabria y Cataluña aunque el mayor obstáculo se encuentra en la provincia de Burgos “lo que estamos intentando es que la gente de Burgos prueben estos vinos que no les van a defraudar” indica Marqués.
En cuanto a la presencia internacional, los vinos de Arlanza se encuentran en Alemania, Estados Unidos, Suiza, Japón, Gran Bretaña y Escandinavia “los mercados de mayor futuro son Rusia y los países asiáticos” explica José Ignacio Marqués.
Con los objetivos de consolidar el mercado ya adquirido y seguir elaborando vino de gran calidad trabaja esta Denominación de Origen que tiene que enfrentarse a un sector, el enológico, donde cada día se elabora más vino y de mayor calidad para poder competir.