Lechuga de Medina, un producto humilde de máxima calidad.
Es un producto presente en la gastronomía desde tiempo inmemorial. Humilde como pocos pero con cuerpo y consistencia suficientes como para hacerse imprescindible como actor protagonista o como secundario en muchas citas. La lechuga, con múltiples variedades, es un producto muy presente en la gastronomía española. Pero en la provincia de Burgos tiene identidad propia; nombre y apellidos, una marca de calidad certificada que este año sacará al mercado la primera cosecha de “Lechuga de Medina”.
La figura de calidad que distingue a este lechuga batavia es una marca de calidad certificada que exige a los horticultores que cultivan este producto.


La lechuga de Medina es una vieja conocida para los amantes de este producto hortícola y que a parir del mes de junio se va a poder encontrar en los mercados bajo una marca de calidad certificada por la que los productores de esta comarca burgalesa han luchado durante ocho años. La variedad de lechuga que se cultiva en Medina es la batavia que destaca por su sabor, terneza, suavidad, color y frescura, aspectos que derivan, sobre todo, del microclima en el que crecen; las oscilaciones térmicas y las temperaturas suaves del verano en la zona.
La Asociación Hortícola Merindades nació en el año 2002 cuando comenzaron los estudios con el objetivo de potenciar este producto reconocido por su calidad pero el cultivo de la lechuga, con carácter comercial, en esta localidad tiene una antigüedad de más de cincuenta años. La figura de calidad que distingue a este lechuga batavia es una marca de calidad certificada que exige a los horticultores que cultivan este producto trabajar bajo unos estrictos parámetros de calidad. En la actualidad, existen setenta y cinco hectáreas inscritas para la marca de calidad “Lechuga de Medina” y cuenta con diez productores y seis envasadores. Esta marca de calidad certificada va a favorecer la diferenciación de esta lechuga en el mercado respecto a otras de otras zonas y tener su nicho de mercado para que, a medio plazo, pueda tener un precio más justo, una de las preocupaciones de los productores. “Esperamos que la marca de calidad, mejore las ventas de este producto” espera Sonia Rubio, presidenta de la Asociación Hortícola Merindades que ha puesto mucha ilusión en sacar este proyecto adelante.
La producción bajo esta marca de calidad va a suponer también un esfuerzo importante para los horticultores que tendrán que ofrecer muestras, varias veces al año, para el control de calidad y se realizarán catas y análisis organolépticos para mejorar, todo lo posible, la calidad del producto. Además, dentro de este seguimiento que van a tener estas lechugas también figuran controles sobre aspectos como el color, frescor, nervios marcados, crocancia en distintos momentos de las cosechas. También “se pesan y se analiza el contenido de humedad y de nitratos y analíticas de multirresiduos para evitar que aparezcan productos prohibidos o en cantidades superiores a las reguladas” como explica José Ignacio Velasco, de Fanega Ingeniería.
El cultivo de esta lechuga se realiza tanto en invernadero como al aire libre pero ambos métodos están regidos por sistemas de calidad que indican que la lechuga de Medina es la mejor de sus características. El objetivo que se han marcado desde esta Asociación es conseguir la mejor lechuga batavia del país en temporada veraniega. Esto se traduce para el consumidor en que cuando adquiera una lechuga bajo esta marca de calidad tenga un producto sabroso, tierno, sin residuos peligrosos para la salud y que complementa su alimentación con una hortaliza muy completa en cuanto a valor nutritivo.
La Lechuga de Medina es un alimento que cuenta con un alto porcentaje de agua, provitamina A o betacaroteno, y Vitamina C con acción antioxidante, relacionadas con la prevención de enfermedades cardiovasculares e incluso con ciertos tipos de cáncer. Además cuenta con importantes cantidades de fibra necesaria para el buen funcionamiento intestinal.
Desde el mes de junio se puede encontrar la lechuga de Medina debidamente certificada. En esta primera cosecha se esperan recoger entre cuatro y cinco millones de unidades que se van a destinar a los mercados de la mitad norte de la Península, sobre todo, a Madrid, País Vasco y Cataluña.